¿El caracol más pequeño del mundo?
Compartir, repartir
Ahora lo sabemos, un acuario en el que están presentes caracoles acuáticos se equilibra más fácilmente.
Esto se debe a que los ciclos tienen dificultades para establecerse en presencia de peces, ya que devoran toda la microfauna cuyo papel en la naturaleza es precisamente degradar la materia orgánica, para luego entregarla a las bacterias. Falta un eslabón: el de los "detritívoros".
Se da el caso de que los caracoles acuáticos son bastante buenos detritívoros, y que su concha los protege en cierta medida de los peces.
Por lo tanto, es lógico que los acuarios en los que viven los caracoles sean más estables.
Pero algunas personas las encuentran inestéticas. Otras, por ejemplo para los acuarios nano, lamentan su tamaño excesivo.
Es cierto que si los desechos son numerosos, la población de caracoles se adapta a esta abundancia. En caso de escasez de alimento, por el contrario, los caracoles se vuelven más raros.
En acuariofilia natural, se busca privilegiar caracoles no exóticos, para no liberar especies invasoras en la naturaleza. El melanoide es una excepción, ya que no sobrevive al invierno en nuestras regiones. Pero el ejemplo de los ampullarias, cuya venta se tuvo que prohibir en 2012 (e incluso el intercambio gratuito), muestra que la prudencia debe primar.
Sobre todo porque no faltan especies sin riesgo: la caracol vejiga, por ejemplo, es el caracol más popular. Eficaz, pequeño (menos de un centímetro), divertido (¡a veces nada de espaldas!), no daña las plantas y se alimenta de algas.
Pero la planorbis también es apreciada. Más espectacular, porque es más grande, existe en varias mutaciones (rosa o azul), aunque su versión natural marrón sigue siendo espectacular.
¡Sobre todo, ahora también es posible introducir en su acuario o estanque uno de los caracoles más pequeños del mundo! He nombrado al planórbidos.
Minúsculo caracol del género « Gyraulus », este minúsculo caracol acuático existe en nuestras regiones.
Casi imposible de encontrar en el comercio, lo descubrí en un punto de agua en 2016. Me llevó varios años de crianza alejado de cualquier pez (esto para eliminar cualquier parásito posible) para disponer de una cepa sana.
Es una curiosidad rarísima, ya que algunas especies cercanas están protegidas y son muy difíciles de diferenciar.
Este caracol mide solo unos pocos milímetros de diámetro y apenas 1 mm de grosor. Se encuentra en las algas de las que se alimenta. También come (dada su tamaño) las películas bacterianas que cubren las piedras, los cristales y las plantas. Hasta la fecha, es prácticamente desconocido para los acuaristas, ya que la cría industrial no sabe multiplicarlo.
¡Puede estar presente en gran número sin que nos demos cuenta de su presencia. Por lo tanto, trabaja de manera muy discreta y da la impresión de que el acuario está constituido solo por plantas y peces!
"Si logra infiltrarse en el filtro, déjalo hacer: allí encontrará todo lo que le encanta y preparará la comida para las bacterias!"
Último detalle que tiene su importancia: no teme al invierno y vive sin problemas en un estanque exterior todo el año.
¡Así que dale un (muy pequeño) lugar en tus acuarios y prepara tus lupas para observarlo en todos sus magníficos detalles!