Recopilación: Tener un acuario de meditación

¿Y si disfrutaran de la calma hipnótica de un pequeño mundo acuático, como soporte y facilitador de meditación? Calma, desapego del ego, evocación de la impermanencia... ¡un equilibrio sutil que solo vive el momento presente!

El acuario es conocido desde siempre como un objeto hipnótico y relajante.
Un pequeño acuario sin peces, poblado de criaturas y plantas, es un micro-mundo, con todos los componentes de un ecosistema. Es por sí mismo una evocación de todos los grandes temas de meditación.
La noción de la impermanencia es palpable, cada elemento es reciclado infinitamente, constituyendo un temporal de tal ser, y luego de tal otro.
La vida de la superficie, con su fragilidad y su vulnerabilidad, sobrepasa la calma y la estabilidad del fondo.
La noción de ego parece bien ridícula, cada vida realizándose serenamente dentro de un todo.
Para aquellos a quienes la meditación pura les desagrada, o como introducción a otras técnicas de meditación, el soporte que es un pequeño cubo de vidrio cerrado, que encierra una evocación del mundo y de la naturaleza, es un medio para alcanzar la calma propicia al olvido de uno mismo.
No es necesario hacerse violencia: la contemplación de un acuario así induce naturalmente, espontáneamente, este estado de calma profunda, este corte con la frenética cotidianidad.
Elige todos los bichos y plantas que formarán este pequeño mundo, prohíbe cualquier idea de tecnología; solo un pequeño cubo de vidrio, un poco de agua, un lugar tranquilo... ¡y la magia sucederá!